El pasado sábado día 15, en el Teatro Rey de Pikas de Leganés disfrutamos de un evento cargado de mucha personalidad en el ciclo Flamenco, Cultura viva.
Personalidad, duende, sensibilidad y elegancia. Así defino yo una mañana flamenca llena de matices que la hacían diferente a cualquier otro evento de los que hemos programado.
Durante más de una hora disfrutamos de baile enfocado entre ballet y flamenco.
Daniel Ramos llenó el escenario haciendo volar su mantón blanco como si de un ave queriendo desplegar sus alas para alzar el vuelo, pero Daniel lo aguantaba para girarlo y envolvérselo en su cuerpo con una elegancia infinita, sabe lo que hace y por que lo hace, baila con un sentimiento profundo que da todo lo que tiene para que el público se inunde con su arte y su duende y salga replete y lleno del teatro.
Laura Fúnez era la alegría innata en el escenario cada paso cada vuelta cada movimiento y repiqueteo de castañuelas ponía un ápice de personalidad llena de sensibilidad y no por ello exenta de una fuerza abismal. Con ese sombrero cordobés que depositó en el suelo y con toda la discreción de su baile lo volvió a coger y ponérselo para seguir dando una lección de baile que no se olvidará fácilmente.
Todo ello amenizado por el cante de Teresa Hernández llena de duende y la guitarra de David Durán que puso el toque justo y preciso.
Un cuadro de baile digno de mención.
Fotos cortesía de Vicente Pachón hechas con móvil.